sábado, 12 de septiembre de 2009

Diario de cine de Jonas Mekas - Extractos III






















Del 12 de Marzo de 1964 al 24 de Diciembre de 1964


Manifiesto del Underground sobre la censura

Las obras de arte están por encima de la obscenidad y la pornografía –o, más correctamente, por encima de lo que la policía entiende por obscenidad y pornografía-. El arte existe en un plano espiritual, estético y moral más elevado.

El nuevo realizador americano no cree en las restricciones legales impuestas sobre las obras de arte; no cree en las licencias ni en ninguna forma de censura. Pueden necesitarse licencias para llevar armas o para los perros, pero no para las obras de arte.

De igual modo nos negamos a esconder nuestro trabajo en restringidas sociedades cinematográficas, en clubs privados o en agrupaciones. Nuestro arte es para todos. Debe estar abierto y accesible a todos aquellos que quiera verlo.

Las leyes vigentes están empujando al arte hacia el underground.

Nos negamos a aceptar la autoridad de la policía en lo que se refiere a juzgar lo que es arte y lo que no es arte; lo que es obscenidad y lo que no es obscenidad en el arte. Sobre este tema preferimos confiar en D.H.Lawrence o Henry Miller antes que en la policía o en cualquier oficial cívico. Ninguna entidad legal puede hacer las veces de crítico de arte.

Hollywood ha creado en la mente del público la imagen de que el cine es solo un entretenimiento o un negocio. Lo que nosotros decimos es que el cine también es arte. y los significados y los valores del arte no se deciden en un tribunal o una prisión.

El arte está relacionado con el espíritu del hombre, con su subconsciente, con sus necesidades estéticas y con todo el pasado y el futuro de su alma. Como cualquier otro arte, como la pintura, la música o la poesía, nuestro arte no puede ser licenciado ni censurado. No hay nadie entre nosotros que pueda juzgarlo. Tenemos no solamente el derecho constitucional, sino que, aun más importante, el derecho moral de comunicar nuestra obra a los demás.

Considerar que Flaming Creatures es obscena a causa de unas pocas imágenes extraídas fuera de contexto, y hacer de ello un caso criminal, sin intentar comprender la obra en su totalidad o el verdadero significado de dichos detalles, es ciertamente una forma limitada, cándida y poco inteligente de encarar las cosas.

El detective de la oficina fiscal del distrito que nos arrestó la semana pasada con Flaming Creatures nos dijo que no estaba interesado en la película como obra de arte; también admitió que no era competente para juzgarla. Dijo que lo hacía estrictamente por deber: solo buscaba escenas objecionables de acuerdo a su interpretación de la ley.

Lo que es válido en cuanto a lo que el deber de un subordinado se refiere ¿Pero que diablos tiene esto que ver con la verdad o la justicia? El significado y la esencia de un detalle de una obra de arte solo pueden ser comprendidos en relación al contexto de la obra en su totalidad.

Es nuestro deber como artistas y como seres humanos enseñar a la gente el mejor trabajo de nuestros contemporáneos. Es nuestro deber llamarles la atención sobre la ilegalidad y la ridiculez de las leyes que tratan con las licencias y la obscenidad. El deber del artista es ignorar las leyes equivocadas y luchar contra ellas en todo momento de su vida. El deber del ciudadano y del artista es no dejar que la policía abuse de los derechos de la gente, ni de los derechos constitucionales, ni de los tácitos derechos morales.

Decimos que los tribunales, al tomar estas decisiones en sus manos, están abusando de la básica libertad de expresión del hombre tal como se describe en la constitución, y que ha sido conquistado por este durante los miles de años de su evolución espiritual.

Todas las obras de arte, todas las expresiones del espíritu del hombre deben ser permitidas, deben ser accesibles a los demás.

¿Quién –cuando nuestros mejores artistas, nuestros mejores críticos difieren sobre arte (y yo soy ciertamente más competente en lo que a esto se refiere que cualquier policía o cualquier tribunal)- quien de entre todos vosotros se atreve a posar como juez de nuestro arte, hasta el extremo de arrastrarlo a las cortes criminales? ¿En qué tiempos vivimos, que las obras de arte son identificadas como un crimen?

¡Qué maravillosa locura¡


-Una nueva, espiritualizada realidad de emoción y de luz es creada en la pantalla, como en el mundo de Brakhage o de Jerry Joffen… la televisión comercial introduce la imagen subliminal del fotograma único repetido. La realidad de la visión fugaz que nos llega a través de las ventanas de automóviles o de aviones se ha convertido en nuestra experiencia visual cotidiana. Nuestro ojo está experimentando cambios físicos. Gysin crea imágenes visionarias con su máquina del sueño.

-Habrá oído hablar de la destrucción de la pantalla, de los experimentos que pueden verse incluso en la feria mundial de Nueva York: múltiples pantallas y múltiples imágenes. Han visto proyectores manuales y múltiples, pantallas múltiples, y la fusión de acción viva y acción filmada… aquellos que han sido especialmente afortunados han incluso podido ver la obra de Harry Smith, el más grande mago del cine desde Melies: sus imágenes múltiples, sus dispositivos y proyectores, su mágico, cabalístico cine espacial.

-Las propias existencias cinematográficas han llegado a su limite. Brakhage hizo moonlight sin cámara. Simplemente pego flores y alas de mariposa sobre un trozo de película en blanco e imprimió el resultado. Storm de Hirsch dispenso hasta del film: hizo su película divinations, al menos en sus dos terceras partes, sobre cinta de 16 mm., perforándola, esculpiéndola y pintando sobre ella…será una copia única, no habrá duplicados… es lo mismo que sucede con la pintura: ninguna reproducción puede recrear el original. Los realizadores ya no están interesados en hacer docenas de copias… Markopoulos, Ken Jacobs, Jack Smith, ni siquiera montan sus films con negativos: trabajan directamente con el original.

Para ir más lejos:

Nam June Paik, Peter Kubelka, George Maciunas, han hecho películas en las que prescindieron de la imagen misma, en las que la luz hace las veces de imagen.

Un paso más y renunciamos a las películas, para convertirnos nosotros mismos en películas: sentados sobre una alfombra china o persa, fumamos imágenes oníricas, contemplaremos el humo, contemplaremos las imágenes, los sueños y las fantasías que se suceden en el ojo de nuestra imaginación: seremos los verdaderos cineastas, cada uno de nosotros atravesando el tiempo, el espacio y la memoria…

-De una carta de Brakhage, octubre 1964:

Pero ahora el maldito problema del dinero nos acosa por todos lados, como un viento maligno que sacude aquí nuestra casa; toda posibilidad de mantenernos aquí se está desmoronando, forzándome a conseguir la ayuda de una gira de conferencias, cualquier cosa por no tener que trasladar otra vez a toda la familia, agotado como estoy, como estamos todos, de mudarnos, mudarnos, ir de un lado al otro de este estéril, infernal paisaje de nuestro país…

-¿Quiénes somos nosotros para preguntarnos si los 8 milimetros seran la avant garde del futuro, cuando solo dios y el vaticano lo saben con seguridad?

2 comentarios:

workroomfilms dijo...

"Un paso más y renunciamos a las películas, para convertirnos nosotros mismos en películas: sentados sobre una alfombra china o persa, fumamos imágenes oníricas, contemplaremos el humo, contemplaremos las imágenes, los sueños y las fantasías que se suceden en el ojo de nuestra imaginación: seremos los verdaderos cineastas, cada uno de nosotros atravesando el tiempo, el espacio y la memoria…"

Este parrafo es sublime.

En estos extractos se desata el Mekas libertario a lo thoreau.
Me hace pensar en Buñuel. Como le gustaría al de Calanda tener los problemas de censura, de leyes y de policia; convertirse verdaderamente en un criminal del septimo arte.

Mekas tiene las ideas tan claras que en sus filmes nunca trata de hacer alegatos políticos. Realmente hace eso que dice de atravesar el tiempo, el espacio y la memoria.

Me pongo a rastrear a Jerry Joffen.

saludos/Pablo
P.D: Quiero más.

Bashevis dijo...

Cuando le da la “venada expansiva” se suelta, si, jeje. Y luego está la reivindicativa, la criminal… también hace algunas referencias a Buñuel, alabando la Edad de oro por ejemplo.

No será tarea fácil rastrear al tal Joffen.

Habrá más, esto se devora a buen ritmo.

SaLuzDos.