(Mariel; te dedico esta humilde entrada)
Val del Omar. Ese es el nombre. No lo olvides.
En España todas las primaveras viene la muerte y levanta las cortinas.
Estas son las imágenes que fotografió, creó o compuso en vistas a su utilización en los ensayos PLAT o ''tientos de pictolúminica'' que le mantuvieron ocupado en sus últimos años. Tanto mediante recursos fotográficos (iluminación, superposiciones de transparencias, etc.) como por intervención directa sobre el soporte (película transparente o placas de vidrio), implicando diversas técnicas manuales y materiales tales como pigmentos, pegamento o partículas de polvo.
Mariel (y todos los demás) si tuvieras ocasión de acercarte a sus cinegrafias… creo que saldrías sanada y coloreada. El tríptico elemental de España, es ciertamente elemental. Ya se lo indique a Stalker, y creo que lo disfruto. Te dejo Mariel como muestra un enlace de un fragmento al final de la entrada.
Ecos lejanos, 24
Hace 18 horas
7 comentarios:
Bash, gracias emocionadas. ¡Qué hermoso regalo!. Y qué descubrimiento. Un cinemático, un mecamístico, un vanguardista hasta el final. Tenía que traérmelo Trobriand, sin dudas, porque no creo que lo incluyan las enciclopedias oficiales. Tenía que regalármelo el coleccionista de tesoros marginales y marginados. Contemplé largo rato las fotografías, me empapé en el agua de Granada, me quemé en el fuego de Castilla y ahora me falta embarrarme en la tierra de Galicia. Seguí el rastro del inventor del sonido diafónico, el desbordamiento apanorámico de la imagen, la táctil-visión ... Estoy fascinada.
Apuesto a que como Val de Omar jugabas con una linterna infantil y proyectabas, debajo de la cama, el reflejo de pequeños cristales sobre un pañuelo.
Cuando estoy en Trobriand, tiro mi reloj al agua.
Mi corazón te agradece esta entrada, Bash.
Besos diafónicos y apanorámicos y mis dedos cruzados para que nunca pierdas tu linterna mágica.
P.S.: Son casi las cinco de la mañana en Buenos Aires y sigo navegando por Val de Omar. Te iré contando mis experiencias.
Mariel me fascina tu nocturnidad. Esa tu condición me ha hecho disolver las diferencias horarias oficiales. Mariel tiene su franja horaria, está en la espiral del tiempo.
Tu capacidad para empaparte en cuanto se te expone es increíble. Maldigo la poesía de quien no toma partido, partido hasta mancharse. Navegar desde Buenos Aires en Val del Omar a las 5 de la madrugada es casi un acto de rebelión, como los buenos lectores de poesía hoy día. Espero que sea buena la experiencia.
Has sabido ver la bipolaridad de Val del Omar… decían que con los poetas y artistas se expresaba como un Inventor-Tecnico-Cientifico, y con los científicos como un poeta… el resultado final: Un puesto asegurado en la fosa común del tiempo.
En una vieja entrada de Trobriand señale esto:
Escribe el escultor Jorge Oteiza (Quosque tandem…!, San Sebastián, 1971) de un encuentro entre ambos en el viejo Ministerio de Información:
“Pero allí encontré y también como yo, de paso, a un hombre tenaz y solitario. Con él ya me he encontrado otras veces en los mismos sitios y con proyectos generosos y semejantes. Alguna vez hemos querido trabajar juntos, no nos ha sido posible. Este Val del Omar, extraordinario técnico cinematográfico, inventor de procedimientos de sonido, pedagogo y enorme artista, me habló de que trataba de organizar un seminario de técnicas de difusión como base de un Laboratorio. Me produjo una enorme tristeza encontrar a este sabio hombre, proyectando todavía, dando explicaciones todavía…”
Esa frase final lo dice todo: dando explicaciones todavía. Mariel; somos los primitivos del futuro. Cuentan que algunas de sus proyecciones eran todo un espectáculo, ahí si llegábamos a valorar nuestra condición fruto del desarrollo de nuestros sentidos. Ya el desbordamiento apanoramico le coloca a la par de Gance o Eisenstein, que también pensaron en ello. Pero el resto de invenciones le hacen figurar en el olvido como una especie de pionero de Mcluhan. El abuelo del “Expanded Cinema”. Un reinventor del medio, tan necesarios y tan escasos.
Es poliédrica su figura. Y no deja de fascinarme. Hasta su caligrafía tiene duende. Y su manera de despedir sus películas es preciosa.
Sin fin Mariel.
Paso de puntillas, como forastera feliz. Ando impresionada...
Besos a ambos, nocturnos, atemporales, alados.
Susana, Trobriand nunca te defrauda. Te muestra lo que la historia oficial relega a la sombra. ¡Hay que hablar y defender el trobriandés!
Bash, creo que la trilogía de Val de Omar está a la par de la experimentación surrealista de Buñuel/Dalí en El perro andaluz o la Edad de Oro. Con el plus de que es muy difícil encontrar en la misma persona el rigor del técnico, la vocación lúdica del poeta y el compromiso político (leí que participó en las Misiones Pedagógicas republicanas y en la redacción de los Cuadernos Escolares Antifascistas). Me hubiera gustado participar en la proyección de sus películas, con Val de Omar presente dando indicaciones técnicas para que la pantalla desbordara y las paredes se prendieran fuego.
Todavía dando explicaciones. Sí, esa frase lo dice todo. Tener que explicar y explicar equivale a ser incomprendido. Por eso uno se vincula con las personas a las que no tiene que explicarle nada.
En Trobriand no hay manuales de instrucción.
Susana, quedate a vivir en Trobriand.
Besos de la Srta. Nosferatu.
Susana; Mariel me ve con buenos ojos. Solo te puedo prometer que este es un cajón de esperpentos y despertares. Te hago un hueco, somos pocos habitantes en Trobriand.
Mariel; en mi opinión, como experimentador Val del Omar supera al surrealismo y a los mentados con creces (aunque no jueguen en la misma liga, no quisiera menospreciar a nadie). Más lo que comentas, ese tridente básico. Escuchar sus neologismos técnicos es darse cuenta de que el medio cinematográfico aun no ha alcanzado las cotas imaginadas (y por momentos recreadas) por este hombre.
Dicen que en Trobriand no hay besos (no es cierto)... se dicen tantas cosas. ¿Pero luego quien las demuestra? Esto es un “Libro de las mentiras” que se dicen verdades y viceversa. Tras un soldado habrá siempre un jorobado. Un beso trobriandes para cada una.
Bashevis, el mal ya está hecho: me apunto a vuestros cursos acelerados de trobriandés, porque una vez se descubre el idioma de los espertentos y los despertares es casi imposible desistir... Cómo renunciar a chapurrear el mundo en la lengua de vuestros hallazgos...
Gracias por vuestra calurosa acogida. Gracias, Mariel, porque tu criterio no me falla nunca.
P.D. Blogger me pide 'sedneart': sed + near (+art). Me conoce y sabe de mi sed, y que aquí permaneceré muy cerca de los dioses...
Ese es el motor de Trobriand Susana... Sed de tener cerca al "arte"... y que nadie venga a definírmelo, jeje.
Qué decir del criterio de Mariel, es un guante de seda.
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