miércoles, 20 de enero de 2010

Diario de cine de Jonas Mekas - Extractos VII



Del 5 de Octubre de 1967 al 5 de Septiembre de 1968

* Durante muchos días, lo que me ha mantenido vivo en esta ciudad ha sido el fragmento de hierba que veo camino del correo, en la octava avenida y la calle 24. Suelo detenerme allí un momento, intentando beber el verdor con los ojos, la verde energía de la hierba que me ayude a superar el dia.

Una obra de arte produce el mismo efecto. Un cuadro. Ciertas películas. Cierta música. Despiertan en nosotros toda clase de energías dormidas o casi dormidas. Nuestra mejor energía, los sutiles rincones de nuestro cuerpo se conmueven, reviven con el color, el sonido, los matices que el artista ha puesto en su trabajo.

* Cuando, hace dos años, llevaba la película de Tony Conrad, The Flicker, o las películas de Brakhage a colegios y universidades, la gente solía quejarse: “!Es demasiado rápido¡” ¿Qué es esto del fotograma único? ¿Qué pasa con la luz?

Últimamente he estado observando las reacciones a las mismas películas en los mismos lugares, ¡Y que cambio¡ Ya nadie menciona el fotograma único, hoy es una visión natural. Cuando proyecte The Flicker por primera vez, hace dos años, las dos terceras partes de la audiencia abandonaron la sala. Hoy me piden que la vuelva a proyectar.

* Habia una vez un hombre. Vivía, trabajaba, comia y dormía como todo el mundo. Un dia, no se como ni por que, fue a la Frick Gallery y se detuvo delante de un Vermeer. Mientras que estaba allí de pie mirando el sutil juego de luz y color, empezó a sentir una agradable corriente recorriéndole el cuerpo. Mas tarde, en su casa y en su trabajo, aun podía sentir la presencia de Vermeer… supo entonces que algo en el había estado muriéndose, atrofiándose, había recobrado nueva vida a causa del Vermeer… durante toda la vida había oído decir que el arte y la belleza son efímeros e irreales. Ahora sabia que el arte y sus obras eran algo concreto, real. Vermeer había encerrado en su pintura la energía, las sutiles vibraciones de luz y de contorno que despiertan y entran en acción en el momento en que reciben una frecuencia de vibración por parte de aquel que las contempla.

* El cine continua atrayendo a novelistas. Nunca he comprendido realmente por que… ¿creen verdaderamente que relatar una historia con la cámara es mas fácil que hacerlo con palabras? Trans-Europe Express de Robbe-Grillet, esta pobremente escrito, sin ningún cuidado (con la cámara). Cogi su libro Dans le labyrinthe y lei… esto buscando en mi memoria una sola escena de la película que tenga tanta facilidad, tanta fluidez, tanta magia.

* Los films de Robbe- Grillet y de Pasolini parecen sombras de sus libros anteriores.

* Donde quiera que vaya, donde quiera que haya una discusión sobre cine moderno, se habla del argumento, de la historia, de la forma narrativa. ¿Pero donde esta el argumento? Preguntan. Y el realizador se defiende, como yo mismo lo he hecho muchas veces: “Si, pero esta película no cuenta una historia, esta película pertenece a la categoría de la poesía, si se quiere argumento hay que valerse de la prosa”. Etc, etc.

La verdad es mas simple y mas complejo, y hace que las explicaciones habituales sobre proesia-prosa, forma narrativa o no narrativa parezcan prácticamente absurdas.
El hecho es que la poesía tiene un argumento. El hecho es que las películas de Ernie Gehr tienen un argumento. Todas las películas de Brakhage tienen argumento (…) Hay siglos que están preocupados por la materia solamente, que aun hasta su poesía es toda naturaleza, emociones vulgares, moralizaciones, “reflexión”. En la mitad de este siglo, o quizá antes, la humanidad empezó a ir hacia adentro (Proust, Joyce) en busca de aventuras, evoluciones y acontecimientos interiores. Solo el cine permaneció en el siglo diecinueve, o dieciocho.

* “El film experimental es sinónimo de delirio mental y evasión de la realidad”, escribe el crítico de cine francés Marcel Martin en una de las tres revistas más importantes, Cinema 68. Esta actitud es, aun hoy, típicamente europea.

En los estados unidos esta mentalidad está representada por Amos Vogel

2 comentarios:

workroomfilms dijo...

¡Vuelven los extractos mekasianos!
Gracias.
Vitaminas para al alma.

saludos.

Pompeyo dijo...

Me gustó la historia del hombre y el Vermeer. El arte invadiéndolo.
Arte como infección.
El arte es un virus.
La foto de Mekas también me recuerda a Burroughs.