viernes, 25 de diciembre de 2009






















Il est bien vengé (Está bien vengado)



El 24 de junio de 1894 Caserio acuchilló al presidente Sadi Carnot en el pecho durante una ceremonia pública en Lyon. Posteriormente en su juicio, Caserio describiría el asesinato con detalle:

Llegaron entonces, a paso corto, los militares siempre sobre sus caballos, dispuestos los cuatro grupos de cuatro con sus banderas. Después de las tropas vino un trompetero montado, aunque sin tocar, entonces la segunda tropa pasí igual a la primera. Vino luego el carruaje descubierto del Presidente de la República; Con los caballos apartados apenas tres pasos atrás de la tropa de soldados.

Cuando el último jinete de escolta pasó delante mío, yo desabotoné mi chaqueta. El puñal lo quería con el mango para arriba dentro del bolso. Lo mpuñé con la mano izquierda y con un movimiento, empujé lejos a dos muchachos que tenía adelante. Me dirigí con velocidad, aunque sin encarar directamente al presidente, yendo en un movimiento contrario al del carruaje. Subí al escalón externo del vehículo y me apoyé agarrándome con la mano izquierda del lateral y con la derecha le enterré la daga en el pecho del presidente. Dejé el puñal clavado, en su cuello un pedazo de periódico.

Saltando al carro grité, no recuerdo si mucho o poco: "Viva La Rivoluzione". Así que salté, me dí cuenta que nadie me había detenido ni parecía haber entendido lo que estaba ocurriendo, entonces corrí alrededor el carruaje y de los caballos presidenciales. Y en aquel momento grité "Viva La Anarchia!" fue ahí que los policías entendieron. Fui por adelante de los caballos, por detrás de las luces, para intentar mezclarme con la multitud y desaparecer. Pasé entre hombres y mujeres y entonces oí un grito tras de mí: "Agárrenlo!". Un policía llamado Nicolas Pietri, me tomó por el cuello de la chaqueta y entonces otras veinte personas me cercaron.




El asesinato del presidente Sadi Carnot fue la forma que Sante Caserio encontró para responder a la ejecución sumaria de tres conocidos anarquistas. Momentos después del regicídio, otra dimensión de la venganza de Sante Caserio se desplegó. La viuda del presidente Sadi Carnot recibió por correo en su casa una foto de Ravachol con el siguiente escrito: "Il est bien vengé"

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