lunes, 16 de noviembre de 2009

Videar II - Moscas from Bashevis on Vimeo.

6 comentarios:

@SusVersiva dijo...

Bash, tus vídeos desde (tu?) una ventana/balcón me han recordado inmediatamente en lo que contaba Stalker de la Akermann desde detrás de sus visillos. O una forma peculiar de "En construcción". Tienen además el encanto de permitirme ver mi ciudad desde otro punto. Con sus retales de cemento. Sus 'carreras' de cochecitos. Sus ancianos enfrentándose a contenedores mal situados. Sus construcciones inacabables. Sus taxis mal detenidos. Sus gentes. Su Bashevis...

Me voy corriendo a trabajar, contenta de haber podido verte durante un buen rato sin que el ordenador haya hecho demasiado el tonto.

Un beso de una mosca más.

mariajesusparadela dijo...

También yo, desde el silencio y desde Mariel, hace tiempo que te sigo

PÁJARO DE CHINA dijo...

Confieso que cuando vi Cebras también me recordó "En Construcción", pero por contraste. Esa será, seguramente, la forma "peculiar" de la que habla Susú.

Descentrada, desplazada, dada vuelta. El punto de vista cenital es perturbador. Ahora, en Moscas, siento que son los múltiples ojos de una Mosca reina, de un Dios convertido en mosca, que todo lo ve, que todo podría tomarlo en sus manos y despedazarlo, sin quisiera.

Y sí, luego aparece esa mano (¿es tuya, Bash? es bella, parece de pianista?). Podría arrasar con las monjas diminutas. O acariciarlas. O simplemente quedarse perpleja antes su extraordinario tamaño en el contexto. El gesto de la mano es de una delicadeza extrema. Pero así se mueven también las manos homicidas.

El sonido del taladro repercute en mi sesera con el de las máquinas en Las Hortensias, de Felisberto Hernández, o La calle de los cocodrilos, de los Hnos. Quay. Es como el sonido de la locura. Uno se tapa las orejas o se decapita y sigue escuchándolo. La irrupción de la música de comedia, como un ritornello, es fantástica, sobre todo porque no me queda para nada claro que hacen esos viejos delante del volquete. Podrían comenzar a bailar como Astaire y Rogers en cualquier momento. O pegarse un balazo.

En un determinado momento, queda solo calle, con distintos matices de gris, y es un cuadro abstracto. En otros momentos son solo artefactos callejeros. Y es una instalación.

Me gustan mucho los fundidos a negro, encadenados, como un recreo antes de que se reinicie el tratamiento Ludovico.

Y el final warholiano al cubo, todo serializado, todo convertido en las ínfimas celdas de los ojos de una mosca.

Realmente me desconcierta lo que estás haciendo, Bash. Por eso me gusta tanto. Es como si dijeras: "mirá, mirá, detenete a mirar, que hay algo y algo más y si no lo ves es porque tus ojos están ciegos, porque yo te lo estoy mostrando; acá donde parece no pasar nada está pasando de todo, la historia escrita en un grano de arroz".

Me entusiama. Me hace feliz que no pares. Hay instantes en los que recuerdo vivamente a Fassbinder, comiéndose el mundo, con un hambre insaciable. Esa curiosidad que quema. Es eso lo que siento.

Gracias.

P.S.: Los ojos de María Jesús son un scanner. Ve a través de los cuerpos.

PÁJARO DE CHINA dijo...

P.S.: ¿Por qué escribí "monjas" y no "moscas"? Ningún lapsus es casual ...

PÁJARO DE CHINA dijo...

Precioso. Acabamos de escribirnos simultáneamente en nuestras respectivas casas.

Seguí con este bestiario privado. ¿Quién soy yo para decirlo? Alguien que cree que el taladro sos vos.

Bashevis dijo...

Decía Oscar Dominguez; “Deseo la muerte de 30000 curas cada tres minutos”… monjas, moscas.

Tus mensajes me hacen feliz porque has estado 7 minutos viéndolo, y eso es más que suficiente para ver tu historia escrita en un grano de arroz. Y sentir de paso tu curiosidad sincera. Creo que has hecho un buen scanner de 7 minutos de vida.

La mano es mía y en ella buscaba “cazar” una mosca a la cual se entrevé en un par de ocasiones. Ella no quería salir, pero determino mi tiempo, me dio una visión caleidoscópica, y aporto su aliento.

Un abrazo que quema.