miércoles, 14 de octubre de 2009

"En ciertos aspectos, cada hombre es como los demás hombres, como algunos; como ninguno"..."Puede que tengamos que enfrentarnos con un mundo donde ya no existan cazadores de cabezas, pueblos que se rijan por la linea materna o personas que predigan el tiempo despues de examinar las entrañas de un cerdo"..."Toda creación verdadera implica en cierto modo hacer oidos sordos al atractivo de otros valores, hasta el punto de que si no los niega totalmente si los rechaza. Porque uno no puede disfrutar plenamente del otro, identificarse con él, y al mismo tiempo continuar siendo diferente"

3 comentarios:

PÁJARO DE CHINA dijo...

Sí, mi Comendador. Primero nos emancipamos de la tradición y luego construimos nuestro discurso por oposición. No creo en los discursos "conciliadores". Soy de izquierda y no me siento en la mesa de la derecha. Así de demodée soy. Considero a la derecha mi enemigo. Considero que hay hombres mejores que otros, aunque cada uno haga lo que pueda. Y con los años no me ablando. Me radicalizo. Notifíquese pero no archívese.

@SusVersiva dijo...

Yo, como Mariel, cada vez soy más radical. La humanización de 'los otros' no me sirve cuando hablamos de las bases ideológicas que considero imprescindibles.

Otra cosa, y espero no molestar a nadie, es la relativa importancia de las influencias que componen lo estético o lo biográfico situado sólo en otro punto. Ahí sí: disfruto de casi todo lo que alcanzo, me identifico, entiendo, empatizo y soy casi igual. Somos casi iguales. Uno tuvo más posibilidades literarias. Otro empezó compartiendo humanidad. Probablemente ninguno alcance mayor entidad que el otro.

Quizás encuentre una excepción: la del que vivió de cerca el sufrimiento, en una u otra forma, y creo que quedó transformado para siempre en la comprensión, la compasión, la defensa de los débiles... Los 'tocados' son "más iguales", o todo el mundo debiera ser más igual a ellos...

Haces pensar, remueves, regeneras. Te abrazo para sentir mejor...

Bashevis dijo...

Cuanto más llora el invitado, mejor es el anfitrión. Radicalizaos, para empatizar. No os querría sumisas, humanizadas... seguid asi.