lunes, 15 de diciembre de 2008





Mantenerse en superficie. Para sobrevivir. Ahuyentando imágenes como si fuesen osos merodeando en torno a los despojos. Osos que bajan de las montañas o que vienen de las estepas heladas para alimentarse de pasado. Las sobras de los vivos, los que saben vivir en superficie, los que pueden, aún.


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6. Ellos, los que se han ido, no tienen otra voz que la que les prestamos, repiten frases que les oímos pronunciar y sabemos que no habrá nunca frase alguna más que las que ya fueron pronunciadas. No obstante, la memoria sonora articula, en sueños, frases, discursos que nunca pronunciaron. Tejemos, en los sueños, con los residuos que la mente alberga.

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